sábado, 27 de julio de 2013

Sistemas Emergentes - Steven Johnson

¿Qué tienen en común hormigas, neuronas, ciudades y software?



Aunque no suene usual es increíble la relación que los seres vivos podemos guardar con la matemática, desde los fractales o los patrones geométricos que se pueden encontrar en las flores, hasta como se descifró el comportamiento del moho de fango a través de ecuaciones.

 Y precisamente buscando un patrón de conducta que permitiera explicar como un organismo que se consideraría “básico y primitivo” llega a resolver acertijos como salir de un laberinto encontrando en cuál de sus salidas se encuentra localizada comida, se generan paralelos con sociedad humana, en donde en teoría, las células marcapasos  son aquellas que lideran los impulsos para que de alguna forma nuestros fines llenes a concretarse apoyados en un entorno social, como se creía sucedía inicialmente con el moho de fango.

La teoría se comprobó como falsa, ya que el moho de fango no basa su organización en la jerarquía celular, entonces, ¿por qué no aplicar en la teoría de la autoorganización en los seres humanos?, si un organismo básico como el moho puede regirse bajo este principio los individuos también estamos en la capacidad de autorregularnos y adaptarnos sin necesidad de que otros actúen como células marcapasos imponiendo el que hacer.

Aquí se encuentra principalmente la teoría de los sistemas emergentes, en la capacidad de adaptación te tienen los seres enmarcados en un entorno y en determinado tiempo, pero sobretodo donde esta adaptación se genera de forma espontanea y no regida por una inteligencia central que las domine.

Las tres ecologías - Felix Guattari

El mundo en la actualidad vive en un constante inestabilidad ecológica, los tres requisitos ecológicos se encuentran desequilibrados; el medio ambiente, las relaciones sociales y la subjetividad humana son ahora solo productos que se comercian el cotidiano ir y venir del “mass media”.

La subjetividad colectiva es un claro ejemplo de la hiperexplotación en la cual nos encontramos inmersos, no existen formas diversas de pensamiento, la homogenización y el patrón son necesarios para encajar en una sociedad en la que no solo el ser humano es interés de la cadena productiva, sino donde además todo el ecosistema sufre deterioro y se le lleva a un punto de no retorno en aras de saciar las necesidades que el mismo contexto a implantado como “vitales”.


“Una revolución es necesaria en términos sociales y culturales en tiempos de una crisis ecológica como la que enfrentamos”, para poder llegar una posición ecosófíca es necesario que como los principales pobladores y destructores del mundo asumamos un rol, en el cual funcionemos armónicamente como individuos para que esto se vea reflejado en nuestro entorno social y que además esto se vea manifestado nuestro entorno natural. Solo reconociendo al sujeto como un eslabón clave en la cadena será posible iniciar el cambio que tanto necesitamos.